La poeta y periodista venezolana Patricia Guzmán falleció este lunes a la edad de 64 años, dejando un legado significativo en el ámbito literario y periodístico. Su muerte, cuyas causas aún no han sido reveladas, ha conmovido a amigos y colegas que la reconocen como una figura destacada en la cultura venezolana.
Nacida en Caracas en 1960, Guzmán estudió Comunicación Social en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), donde más tarde se convirtió en directora de la Escuela de Comunicación Social. Su formación académica continuó en París, donde obtuvo un doctorado en Literatura Hispanoamericana en la prestigiosa Universidad de La Sorbona.
Además, fue profesora invitada en la Universidad de Brown, en Rhode Island, donde compartió su conocimiento en el Departamento de Estudios Hispánicos.
A lo largo de su carrera, Guzmán se destacó como periodista, dirigiendo la sección de Arte de El Nacional y colaborando con los suplementos literarios Bajo Palabra de El Diario de Caracas y Verbigracia de El Universal. Su influencia en el periodismo cultural fue notable, y su pasión por las artes se reflejó en su trabajo.
Como poeta, Patricia Guzmán dejó una huella profunda con sus obras, que incluyen títulos como «De mí, lo oscuro» (1987), «Canto de oficio» (1997), «El poema del esposo» (1999), «La boda» (2001), «Con el ala alta. Obra poética reunida 1987-2003» (2004), «Soledad intacta» (2009), «Trilogía» (2010) y «El almendro florido» (2017), este último ilustrado por la artista Patricia Van Dalen.
Además de su labor poética, Guzmán realizó importantes investigaciones sobre la poesía venezolana, publicando estudios sobre las obras de Ramón Palomares y Ana Enriqueta Terán en dos volúmenes de la Biblioteca Ayacucho.
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