En un cambio significativo en la política de vestimenta, el vicepresidente para Asuntos Estratégicos de Irán, Javad Zarif, anunció que el gobierno no penalizará a las mujeres que elijan no usar el velo en las calles de la capital, Teherán, a pesar de que esta práctica sigue siendo ilegal en el país.
Durante una entrevista en el Foro Económico Mundial en Davos, Zarif explicó que, aunque hay mujeres que no se cubren la cabeza en la capital, el gobierno ha decidido no ejercer presión sobre ellas. Esta medida forma parte de las promesas electorales del presidente reformista Masud Pezeshkian, quien asumió el cargo en julio de 2024.
Zarif destacó que esta decisión cuenta con el consentimiento del Parlamento, el Poder Judicial y el Consejo Supremo de Seguridad Nacional, y la considera un paso hacia la dirección correcta. Desde la llegada de Pezeshkian, la temida Policía de la Moral ha dejado de patrullar las calles de Teherán, lo que ha permitido una mayor flexibilidad en la aplicación del código de vestimenta.
La decisión llega en un contexto social marcado por la desobediencia civil, especialmente tras la muerte de Mahsa Amini en 2022, quien falleció tras ser detenidapor no llevar correctamente el hiyab. A pesar de los intentos de las autoridades de reimponer el uso del velo mediante multas y la confiscación de vehículos, muchos iraníes continúan desafiando estas normas.
Zarif también mencionó la inclusión de mujeres en el gabinete de Pezeshkian, resaltando un cambio en la representación femenina en el gobierno. Este anuncio se recibe con interés tanto a nivel nacional como internacional, ya que podría señalar un cambio en la dinámica de género en Irán.