El gobierno venezolano rechazó de manera contundente el respaldo que Estados Unidos brindó al líder opositor Edmundo González Urrutia, calificándolo como una clara muestra de injerencia imperialista. Esta declaración se produce en medio de un contexto político tenso, donde varios países, incluyendo a EE. UU., reconocieron a González Urrutia como el presidente electo de Venezuela.
La administración de Nicolás Maduro argumenta que el apoyo estadounidense a González Urrutia busca desestabilizar el país y socavar la soberanía nacional. Un vocero del gobierno expresó que «la intervención de potencias extranjeras en los asuntos internos de Venezuela no será tolerada» y advirtió sobre las consecuencias de tales acciones.
El respaldo de EE. UU. a González ha incluido reuniones con altos funcionarios, incluidos encuentros recientes con el presidente Joe Biden y el asesor de Seguridad Nacional, Mike Waltz. Durante estas reuniones, se discutieron temas relacionados con la situación política en Venezuela y la importancia de las movilizaciones opositoras.
El gobierno venezolano ha dejado claro que considera estas acciones como un intento de promover un cambio de régimen y ha instado a la comunidad internacional a rechazar cualquier forma de injerencia en su política interna. La tensión entre el gobierno y la oposición se intensifica a medida que se acercan las protestas programadas para el 9 de enero, que buscan exigir la restauración de la democracia en el país.
