Estados Unidos confiscó este lunes en la República Dominicana el avión oficial de Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, en una acción basada en las sanciones estadounidenses que pesan sobre el país sudamericano.
Según informaron funcionarios estadounidenses a CNN, el avión, un Dassault Falcon 900 valorado en aproximadamente 13 millones de dólares, fue trasladado a Florida tras la incautación.
Este hecho marca un precedente inusual en asuntos penales, ya que se trata de la confiscación de un avión de un jefe de estado extranjero, enviando un mensaje claro de que «nadie está por encima de la ley».
La operación involucró a varias agencias federales que trabajaron en estrecha colaboración con las autoridades dominicanas, quienes notificaron a Venezuela sobre la incautación.
El avión había estado en la República Dominicana durante varios meses y su confiscación se produce en un contexto de tensiones diplomáticas, especialmente tras la controvertida reelección de Maduro el 28 de julio, que llevó a Venezuela a suspender vuelos comerciales hacia y desde el país caribeño.
Durante años, el Gobierno de EE.UU. ha confiscado activos relacionados con el régimen de Maduro, pero esta es la primera vez que se incauta un vehículo de tal relevancia.
Las agencias federales han estado investigando al régimen por corrupción y han desmantelado activos ilícitos por un valor de 2.000 millones de dólares.
Además, el Departamento de Justicia ha acusado a Maduro y a otros funcionarios de narcoterrorismo y corrupción, ofreciendo recompensas significativas por información que conduzca a su captura.
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