Venezuela se encuentra nuevamente sumida en una crisis energética, con una serie de apagones que han afectado a gran parte del territorio nacional durante las últimas semanas de septiembre. Estos eventos han generado una profunda preocupación entre la población y han puesto de manifiesto la fragilidad del Sistema Eléctrico Nacional (SEN).
Los días 23 y 25 de septiembre, múltiples estados del país experimentaron caídas significativas en el suministro eléctrico.
El último incidente, ocurrió este 25 de septiembre, fue particularmente grave, afectando a una amplia zona geográfica y generando una ola de comentarios en redes sociales, donde los usuarios expresaron su frustración y desesperanza ante la recurrencia de estos problemas.
Además de los cortes eléctricos, la conectividad a internet también se ha visto severamente afectada, con caídas de hasta un 88.6% en algunos estados, según datos de la ONG VE Sin Filtro.
Esta situación ha dejado a numerosas comunidades aún más aisladas y ha dificultado la comunicación y el acceso a la información.
Estos recientes apagones se suman al apagón nacional ocurrido el 30 de agosto, que dejó a todo el país sin electricidad durante varias horas. El gobierno atribuyó este evento a un «ataque criminal», sin ofrecer pruebas concretas que respalden esta afirmación.
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