La boxeadora argelina Imane Khelif ha vuelto a acaparar la atención del mundo deportivo tras la publicación de un informe que revela que padece un trastorno del desarrollo sexual asociado a la deficiencia de 5-alfa reductasa. Este trastorno, que se manifiesta principalmente en varones biológicos, se diagnosticado en una evaluación realizada en el Hospital Kremlin-Bicêtre de París.
Khelif, quien ganó la medalla de oro en los últimos Juegos Olímpicos de París, se encuentra en el centro de la controversia desde que fue descalificadadel boxeo femenino por la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) en marzo de 2023. Según el informe, realizado en colaboración con el hospital de Argel, la boxeadora presenta testículos internos y un «micropene» similar a un clítoris agrandado.
El análisis cromosómico reveló un cariotipo XY y niveles de testosterona típicos en hombres, lo que ha llevado a los médicos a recomendar una corrección quirúrgica y terapia hormonal para alinear su cuerpo con su identidad de género autopercibida. Este diagnóstico se hizo evidente en la pubertad, cuando Khelif desarrolló características físicas masculinas, como un aumento en el crecimiento muscular y la ausencia de menstruación.
El entrenador de Khelif, Georges Cazorla, confirmó que la boxeadora se sometió a una evaluación médica que determinó la existencia de un «problema con los cromosomas», lo que ha generado un intenso debate sobre la inclusión y las normativas en los deportes de contacto.
Este caso subraya los desafíos que enfrentan los atletas con condiciones intersexuales y plantea preguntas sobre la equidad en la competencia deportiva. La situación de Imane Khelif continúa atrayendo la atención de medios y organizaciones deportivas, mientras se discuten los próximos pasos a seguir en su carrera.