Italia se encuentra inmersa en una ola de calor sin precedentes, con temperaturas que superan los 40 grados Celsius en numerosas regiones.
El anticiclón africano es el principal responsable de este fenómeno meteorológico extremo, que ha llevado a las autoridades a declarar alerta roja en 14 ciudades, entre ellas Roma, Florencia y Nápoles.
Se espera que las temperaturas sigan en ascenso durante los próximos días, alcanzando su punto máximo alrededor del 15 de agosto.
Solo las zonas alpinas del norte podrían experimentar algunas lluvias y tormentas, ofreciendo un breve respiro del intenso calor.
Las altas temperaturas están poniendo a prueba los sistemas sanitarios italianos, que se enfrentan a un aumento significativo en el número de pacientes con problemas relacionados con el calor, especialmente personas mayores.
Además, las zonas turísticas están experimentando una mayor demanda de atención médica, lo que está poniendo a prueba los recursos disponibles.
La situación se ha vuelto tan crítica que se han registrado las primeras víctimas mortales relacionadas con el calor extremo. Un hombre de 32 años falleció mientras trabajaba en su jardín debido a un probable golpe de calor.
Ante esta situación, las autoridades sanitarias y de protección civil han emitido recomendaciones a la población para prevenir los efectos negativos del calor extremo, como mantenerse hidratado, evitar las horas centrales del día y buscar lugares frescos.
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