El abogado Jesús María Casal durante una entrevista con Venevisión, expresó que durante la campaña electoral “lo más importante es la gigantesca voluntad de participación que se observa en la gente, hay muchas ganas de participar y eso siempre fue para nosotros un objetivo prioritario: Motivar a los venezolanos a la participación electoral”.
Además, considera que “hay un consenso de un cambio político bajo unas u otras consignas, unas u otras candidaturas, pero hay una inclinación clara hacía cambio político”.
“Creo que el proceso se mantiene como una amplia convocatoria democrática para que Venezuela defina su futuro para lo que concierne a la elección presidencial y lo que eso llevará consigo”, comentó.
Casal explia que “ha habido unos señalamientos, podría decirse unas señales un poco inquietantes, en el sentido de algún ventajismo. Por otro lado, posibles medidas de persecución, como cualquier medida de retaliación contra locales comerciales, eso es indebido”.
En este sentido, reiteró que “hay que ver el voto asistido como una situación más bien excepcional, no se trata de que cualquier persona pueda alegar que quiere contar con una asistencia, sino más bien, son situaciones en las cuales, por situación personal específica, por algunas limitaciones físicas, pueda certificarse y eso tiene que que verificarlo el presidente de la mesa y estár atento los testigos a que realmente sean situaciones analizadas individualmente”.
“Hay que interpretar el rol del Plan República de acuerdo a su función constitucional. Por lo tanto, el Plan República es útil para acompañar el proceso electoral, bajo la conducción de las autoridades civiles. Las Fuerzas Armadas estarán muy pendientes de que el proceso fluya pacíficamente y que todos los ciudadanos puedan acceder al proceso electoral”.
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Para Jesús María Casal, “a la Fuerza Armada no le corresponde una función arbitral, de dar una última palabra, de si se respetó o no la voluntad popular, pero sí, garantizar que el desarrollo del proceso sea pacifico”.
En cuanto a los próximos comicios, “el 28 de julio es una posibilidad para la alternancia de la Presidencia de la República, el pueblo decidirá si se da esa alternancia o hay más bien una manifestación de voluntad a favor de una continuidad política. Pienso que en ambos casos se está exigiendo una etapa nueva, con mucha participación política, con mucha inclusión”.
Sobre la firma del acuerdo ante el CNE indicó que “ya eso está previsto en los acuerdo de Barbados y yo pienso que hay que rescatar la voluntad de entendimiento, porque no se trata de poner contra las cuerdas a alguien para que firme un documento en cuya elaboración no haya participado y entender, de acuerdo a la manifestación de esa persona que no lo va a firmar, decir: “Aquí ya no hay nada que hablar.” Ni tampoco a la inversa, que alguien diga que porque no confía en que alguien va a cumplir un acuerdo, entonces no va a firmar. Hay que pasar la página sobre eso y entender que al final hay que sentarse.”
“Eso puede ayudar y es muy respetable que algunos lo hayan firmado, pero no debe eso cerrar ninguna puerta. Es entender que más allá de esas puertas hay una necesidad indiscutible de construcción de acuerdos mínimos para la democratización”, concluyó.