Este lunes, el dirigente del partido Primero Justicia, Julio Borges, criticó la decisión del régimen de Nicolás Maduro de llevar a cabo elecciones para jueces de paz en diciembre, calificando esta iniciativa como un intento más de control social.
Según Borges, el plan del gobierno busca disfrazar a los comités de defensa de la revolución como jueces comunales, lo que considera una maniobra inconstitucional y peligrosa para la convivencia democrática en las comunidades.
Borges señaló que el acceso a la justicia en América Latina es alarmantemente bajo, con solo un 10% de la población teniendo acceso efectivo y un nivel de impunidad que alcanza el 97%. En contraste, desde Primero Justicia han propuesto una ley para establecer jueces electos popularmente, revocables y no partidistas, con el objetivo de fomentar una justicia cultural, cercana y democrática.
Sin embargo, acusó al régimen de Maduro de intentar perpetuar un modelo de injusticia que ya ha demostrado ser ineficaz.
“Lo que quiere hacer la dictadura es disfrazar los cuadros políticos de ellos de jueces y con eso incrementar el control político y social de las comunidades”, alertó Borges. Afirmó que el proceso que lidera Maduro no es realmente una justicia de paz, sino un intento por replicar el modelo de injusticia vigente en Venezuela, caracterizado por jueces parcializados y al servicio del régimen.
El dirigente también destacó que se prevé la elección de 30 mil jueces de paz a través de 5 mil Comisiones Electorales, uno por cada circuito comunal. “Estos circuitos están totalmente dominados por el PSUV; allí no habrá ni un solo juez que no sea partidario del régimen”, advirtió. Borges enfatizó que lo más preocupante es que estos jueces puedan comenzar a legislar en materia penal y judicial, convirtiéndose en “verdugos” para quienes piensan diferente en las parroquias.
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