El 12 de agosto de 1984, una fecha que quedó grabada en la historia del béisbol venezolano, Luis Aparicio Montiel hizo su entrada al Salón de la Fama del Béisbol en Cooperstown, convirtiéndose así en el primer y único venezolano en alcanzar tal honor. Su elección fue un reconocimiento a una carrera excepcional, marcada por su habilidad como campocorto y su liderazgo en el terreno de juego.
Nacido en Maracaibo, Aparicio debutó en las Grandes Ligas en 1956 y rápidamente se destacó como uno de los mejores jugadores de su generación.
La velocidad en las bases era legendaria, liderando las ligas mayores en robos de base durante nueve temporadas consecutivas.
Además, su guante de oro y su brazo preciso lo convirtieron en un defensor excepcional.
La elección de Aparicio al Salón de la Fama fue un hito no solo para Venezuela, sino para toda Latinoamérica. Su ingreso al selecto grupo de inmortales del béisbol inspiró a futuras generaciones de peloteros venezolanos y demostró que el talento latinoamericano tenía un lugar destacado en el deporte más popular de Estados Unidos.
Desde entonces, otros venezolanos han sido considerados para el Salón de la Fama, pero ninguno ha logrado igualar la hazaña de Aparicio.
Sin embargo, su legado sigue vivo y continúa siendo una fuente de orgullo para el béisbol venezolano.
40 AÑOS EN COOPERSTOWN
— Javier González (@javiergon56) August 12, 2024
Luego de brillar durante 18 años en Grandes Ligas, el domingo 12 de agosto de 1984, Luis Aparicio fue exaltado al Salón d La Fama de Cooperstown, convirtiéndose en el primer venezolano y 3er latino que ingresó a la inmortalidad del béisbol de EE.UU. (Hilo) pic.twitter.com/aC6v4lircg
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