En su retorno a Venezuela después de participar en la cumbre de los BRICS en Rusia, el presidente Nicolás Maduro hizo hincapié en que su gobierno no será «vetado ni callado» por ningún país.
Este mensaje fue transmitido en la medianoche del sábado 26 de octubre, en un contexto marcado por el reciente rechazo de Brasil a la solicitud de Venezuela para ingresar como miembro asociado del bloque.
Durante un breve acto de bienvenida, Maduro reafirmó la postura de su administración, declarando: “No existe fuerza en esta tierra que calle la voz de rebeldía y de justicia de Venezuela, ni hoy ni mañana ni nunca. Nadie vetará ni callará a Venezuela, y el que lo intente se secará”, según lo reportado por VTV, el canal estatal venezolano. A pesar de la tensión diplomática generada por la negativa brasileña, Maduro evitó mencionar directamente al país o a su presidente, Luiz Inácio Lula da Silva.
Fuentes del gobierno brasileño han indicado que la oposición a la entrada de Venezuela en el grupo se debe a una falta de confianza, alimentada por promesas incumplidas por parte de Maduro. En respuesta, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela calificó el veto como un acto de “hostilidad” y una «agresión» que replica la exclusión promovida por naciones occidentales.
A pesar del rechazo, Maduro destacó que su participación en la cumbre fue “estelar, ejemplar, hermosa”, reforzando su narrativa de que Venezuela se encuentra en el «lado correcto de la historia» en un mundo que avanza hacia un orden multipolar.
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