La llamada Revolución de Marzo fue un alzamiento militar entre el 1 al 15 de marzo de 1858, liderado por el general Julián Castro que puso fin al gobierno liberal de José Tadeo Monagas. Fue la primera rebelión armada que logra derrocar un gobierno en la historia de Venezuela.
El 1° de Marzo desde Valencia con rumbo a Caracas el general Julián Castro alzado con un tropero que sobrepasaba los 5000 insurrectos, se declara en rebelión contra el gobierno de Monagas. Al depuesto presidente no le queda otra salida que la de asilarse el 15 de marzo en la Legación Francesa. Esta decisión de Monagas hace que en su amparo no sólo saliera el gobierno francés, sino el de España, Inglaterra, los Países Bajos y Brasil.
Julián Castro envía a su recién estrenado Canciller Wenceslao Urrutia, a convenir con parte del cuerpo diplomático europeo, las garantías para que al defenestrado presidente saliente se le garantizara, no sólo sus derechos políticos sino la vida misma, ante las amenazas surgidas desde el nuevo parlamento reunido en Valencia, quienes, entre otras exigencias, solicitaban la pena capital para el caudillo oriental.
Los diputados congregados en la Convención de Valencia pedían la pena de muerte para Monagas, hecho este que provocó la insolente reacción de los gobiernos de Inglaterra y Francia quienes atracaron cada uno buques de guerra y de forma amenazante solicitaron que se cumpliera el protocolo firmado por Urrutia a fin de evitar males mayores.
Crisis diplomática
Después de tantas deliberaciones, destitución del secretario de Relaciones exteriores y gracias a las mediaciones realizadas por Fermín Toro y varios diputados, el guapo y apoyao de José Tadeo Monagas pudo salir del país. Superándose con ello la peor crisis diplomática afrontada por gobiernos venezolanos, donde incluso por primera vez se sintió la amenaza de ser víctimas de un bloqueo por parte de potencias extranjeras, como consecuencia del mal convenio establecido conocido como “El Protocolo Urrutia”.
Autor Douglas Zabala
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