El Gobierno panameño informó que hasta la fecha, más de 300.500 migrantes, en su mayoría venezolanos, cruzaron la peligrosa selva del Darién, que sirve de frontera entre Panamá y Colombia. Esta cifra representa una disminución del 41% en comparación con el mismo período del año pasado, cuando se registraron más de 520.000 cruces.
Roger Tejada, director del Servicio Nacional de Migración de Panamá, atribuyó esta caída en el flujo migratorio a un conjunto de medidas implementadas por el nuevo Gobierno de José Raúl Mulino, que asumió el poder el 1 de julio de 2024. Estas políticas incluyen acuerdos con Estados Unidos para la devolución de migrantes y el cierre de «pasos no autorizados» en la selva, creando un «corredor humanitario» para los que intentan cruzar.
De los 300.549 migrantes reportados hasta ahora, aproximadamente 209.070 son venezolanos, seguidos de 17.456 colombianos y 16.466 ecuatorianos. La mayoría de los migrantes son hombres, aunque también hay un número significativo de mujeres y niños en la travesía.
Tejada también destacó que, en el marco del acuerdo con EE.UU., se han realizado 51 vuelos para devolver a 1.548 migrantes, principalmente hacia Colombia y Ecuador. Este acuerdo se prevé que continúe y posiblemente se expanda en 2025, dependiendo de las políticas del nuevo Gobierno de Donald Trump, que asumirá el cargo el próximo 20 de enero.
La selva del Darién sigue siendo un paso peligroso para aquellos que buscan mejorar sus condiciones de vida en América del Norte, y las autoridades panameñas continúan vigilando el flujo migratorio y las actividades de grupos criminales en la región.
Con información de EFE