El candidato reformista Masoud Pezeshkian ganó las elecciones presidenciales de Irán derrotando a su rival de línea dura en una votación crucial en medio de crecientes tensiones tanto a nivel nacional como internacional. Lo informó este sábado 6 de julio la autoridad electoral del país.
En su campaña, Pezeshkian no prometió cambios radicales en la teocracia chií iraní, y desde hace tiempo considera al líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, árbitro final de todos los asuntos de Estado. Pero incluso los modestos objetivos de Pezeshkian se verán amenazados por un gobierno iraní que sigue en manos de la línea dura, la actual guerra en la Franja de Gaza y el temor de Occidente a que Teherán enriquezca uranio hasta niveles próximos al uso armamentista.
El conteo de votos ofrecido por las autoridades situaba a Pezeshkian como ganador con 16,3 millones de votos frente a los 13,5 millones de Jalili en las elecciones del viernes. En total, el ministerio del Interior de Irán dijo que 30 millones de personas participaron en los comicios, los cuales se llevaron a cabo sin la presencia de observadores con reconocimiento internacional.
Pezeshkian lo eligieron en la segunda vuelta, tras haber obtenido el mayor número de papeletas en la primera, por delante del conservador de línea dura Saeed Jalili. En la primera vuelta se registró la menor participación en unas elecciones presidenciales desde la creación de la República Islámica en 1979.
Con información de VOA
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