Fawzia Amin Sido, una joven yazidí, recientemente rescatada de su cautiverio en Gaza por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en una operación conjunta con la embajada de Estados Unidos. La secuestraron a los 11 años por el Estado Islámico (ISIS) y desde entonces vivió 10 años de horror: primero bajo el yugo de ISIS y luego como prisionera de Hamas. A principios de octubre quedo liberada por las tropas israelíes en Gaza, y regresó con su familia en Sinjar, al norte de Irak.
Durante su cautiverio, la joven quedo sometida a condiciones inhumanas. En una entrevista con el documentalista Alan Duncan, reveló que la obligaban a consumir carne de bebés cocinados, un acto atroz que los militantes de ISIS le confesaron después de haberla alimentado.
Fawzia la vendieron y compraron cinco veces por combatientes de ISIS, y sufrió abusos físicos y sexuales. A los 15 años, ya había dado a luz a dos hijos. En 2018, tras la caída de ISIS en Siria, la trasladaron al campamento de Al-Hawl, donde vivió bajo la opresión de las mujeres del ISIS.
En 2020, la llevaron a Gaza con un pasaporte falso. Allí, bajo el régimen de Hamas, la trataron como una esclava y mantenida prácticamente prisionera en su hogar.
Sostuvo, por su parte, que ambos grupos terroristas tienen métodos similares de brutalidad: “No hay diferencia entre ellos”.
Por Infobae
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