Este martes, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, anunció que su gobierno adoptará una postura «imparcial» respecto a la crisis poselectoral en Venezuela.
Desde su asunción el 1 de octubre, esta es la primera vez que Sheinbaum se pronuncia sobre las elecciones venezolanas, que han generado controversia internacional.
Aunque no ha reconocido formalmente la reelección de Nicolás Maduro, proclamada por el Consejo Nacional Electoral (CNE) el 28 de julio, subrayó que la Constitución mexicana prohíbe la intervención en asuntos ajenos.
Sheinbaum enfatizó la importancia de la autodeterminación de los pueblos, señalando que, aunque otros países como Colombia y Estados Unidos tienen posturas definidas, México optará por mantener su neutralidad. Su declaración se produce en un contexto donde el expresidente Andrés Manuel López Obrador había discutido previamente la necesidad de transparencia en los resultados electorales junto a líderes de Brasil y Colombia.
Por su parte, el opositor Edmundo González Urrutia, reconocido por varios países como el verdadero ganador de las elecciones, anunció su regreso a Venezuela el 10 de enero para asumir la presidencia, conforme a lo estipulado en la constitución venezolana.
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