La nueva administración de Donald Trump ha otorgado poderes especiales a los funcionarios del Departamento de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) que les permiten deportar a migrantes que ingresaron a Estados Unidos bajo los programas de parole humanitario y CBP One. Esta medida, revelada por The New York Times, se formalizó a través de un memorando interno firmado por Benjamine C. Huffman, jefe interino del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
La decisión afecta a aproximadamente 1.46 millones de personas que se beneficiaron de estos programas de acogida, los cuales se establecieron durante el mandato de Joe Biden. La implementación de esta política se produce tras una orden ejecutiva firmada por Trump al asumir su cargo el 20 de enero, que cancela los programas de acogida migratoria.
La medida ha generado preocupación entre defensores de los derechos humanos y activistas, quienes advierten que pone en riesgo a miles de migrantes que buscan protección en Estados Unidos. La administración Trump ha argumentado que esta acción es parte de un esfuerzo más amplio para controlar la migración irregular y fortalecer la seguridad en la frontera sur.
Mientras tanto, la noticia ha provocado reacciones mixtas en la comunidad migrante y en grupos de derechos humanos, que temen un aumento en las deportaciones y un tratamiento más severo hacia aquellos que buscan asilo en el país. A medida que la situación evoluciona, los efectos de esta política serán monitoreados de cerca por organizaciones que defienden los derechos de los migrantes.
#EsNoticia | 🇺🇸🚨Funcionarios de ICE podrían deportar a beneficiarios del Parole Humanitario y CBP One
— EVTV (@EVTVMiami) January 24, 2025
📌 La nueva administración de Donald Trump concedió poderes especiales a los funcionarios del Departamento de Inmigración y Control de Aduanas ( @ICEgov ) para deportar a… pic.twitter.com/Bl0036By6p
