La Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) ha declarado el 2024 como el año más mortífero para los trabajadores humanitarios, registrando 281 asesinatos desde enero hasta la fecha.
Esta cifra supera en uno el total de víctimas del año anterior, que ya había sido considerado un récord sombrío, especialmente por el elevado número de fallecimientos en Gaza.
Desde el inicio del conflicto el 7 de octubre, más de 320 miembros del personal humanitario han perdido la vida debido a la ofensiva militar de Israel en la región. Tom Fletcher, recientemente nombrado subsecretario general de OCHA, expresó su preocupación al afirmar que «los trabajadores humanitarios están siendo asesinados a un ritmo sin precedentes», resaltando el coraje y la humanidad que enfrentan con balas y bombas.
Fletcher hizo un llamado a los Estados miembros para que cesen los conflictos, protejan y defiendan el derecho internacional, y procesen a los responsables de estos actos violentos, enfatizando la necesidad de poner fin a esta «era de impunidad».
El portavoz del secretario general de la ONU, Stéphane Dujarric, recordó que la mayoría de los trabajadores humanitarios caídos en Gaza eran parte de la Agencia de Naciones Unidas para Refugiados Palestinos (Unrwa), un organismo que ha estado bajo constante asedio israelí.
Dujarric destacó que muchos de estos individuos fueron asesinados mientras cumplían con su deber de proporcionar asistencia humanitaria.
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