Este sábado en una visita a la Universidad Católica de Lovaina, con motivo de su 600 aniversario, el Papa Francisco generó controversia con sus declaraciones sobre el papel de la mujer y la ley del aborto. A pesar de ser recibido con entusiasmo por los estudiantes, sus palabras pronto desencadenaron una ola de desaprobación.
Los estudiantes, en una carta leída durante el acto, expresaron su preocupación por la ausencia de la mujer en la encíclica «Laudato si» y cuestionaron su lugar en la Iglesia.
Argumentaron que la teología católica tiende a invisibilizar a las mujeres, reforzando divisiones de género a través de una «teología de la mujer» que limita su papel al ámbito maternal y prohíbe su acceso a ministerios ordenados. En su misiva, pidieron un «cambio de paradigma».
La respuesta del Papa sorprendió a muchos. Afirmó que «la Iglesia es el pueblo de Dios, no una empresa multinacional» y defendió que las relaciones entre hombres y mujeres deben ser de comunión, no de oposición.
Sin embargo, sus comentarios sobre que «es feo cuando la mujer quiere hacer de hombre» y que «la mujer es mujer» fueron recibidos con descontento. Tras el encuentro, la Universidad emitió un comunicado en el que expresaba su desacuerdo con las «posiciones conservadoras» del Papa.
Además, el Papa causó polémica al calificar como «asesina» la ley del aborto durante una visita a la cripta real, donde alabó al rey Balduino por renunciar al trono en 1990 para no firmar dicha ley.
Valentine Hendrix, estudiante de Relaciones Internacionales, lamentó que las palabras del Papa no estuvieran a la altura de las expectativas y calificó sus comentarios sobre el aborto como «extremadamente chocantes».
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