El Partido Comunista de Venezuela ha denunciado una creciente persecución y hostigamiento hacia los trabajadores de la administración pública tras las elecciones presidenciales del 28 de julio.
En una rueda de prensa, Jackeline López, dirigente del partido, afirmó que aquellos que han expresado su rechazo a la gestión del Gobierno de Nicolás Maduro y cuestionan los resultados del Consejo Nacional Electoral están siendo amenazados y perseguidos en sus lugares de trabajo.
Las denuncias incluyen renuncias forzosas y despidos ilegales en sectores clave como salud, Petróleos de Venezuela S.A. y Corpoelec, así como la detención de empleados de Venezolana de Televisión.
López subrayó que esta situación refleja una represión masiva contra sectores vulnerables, al tiempo que se intensifica la persecución contra dirigentes y activistas de organizaciones políticas, sociales y sindicales.
Además, se reporta un acoso laboral sistemático hacia trabajadores de alcaldías, gobernaciones y el sector educativo, lo que evidencia un clima de temor y control en el ámbito laboral público.
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