Un tiroteo ocurrido el pasado 3 de junio en San Jacinto, California, dejó a una familia consternada por la pérdida de Víctor Hugo León, que fue fatalmente alcanzado por las balas mientras salía de su trabajo, como también a dos personas heridas.
El perpetrador del tiroteo, Julio Rodarte, desató el caos al abrir fuego indiscriminadamente contra vehículos en una concurrida calle, llevando el terror en la zona.
El ataque armado, que fue captado por una cámara de seguridad, ocurrió en la calle State, al norte de W. 7th Street e inmediatamente se volvió viral en redes sociales.
De acuerdo a Los Angeles Times, Rodarte, minutos antes del tiroteo, intentó comprar licor en una tienda cercana, pero al no tener dinero suficiente, se enfureció y comenzó a disparar contra los carros que pasaban. Varios testigos de la escena aseguraron que el hombre de 39 años, después de disparar en múltiples ocasiones, desechó su cargador, luego el arma y finalmente se quitó toda la ropa para intentar escapar.
Sin embargo, las autoridades locales lo atraparon y fue arrestado bajo sospecha de asesinato y por 10 cargos de intento de asesinato a víctima mortal.
Hugo llevaba 13 años de casado y tenía cuatro hijos, según reveló su viuda, Griselda Zepeda.
«Nos deja muy destrozados. Tenía esa cara seria, pero era un encanto, siempre intentando dar lo mejor para su familia”, indicó.
Con información Prensa Libre
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