El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, ha manifestado su preocupación por el agravamiento de la crisis en Venezuela y su repercusión en la migración a través de la región del Darién, que conecta Panamá y Colombia. Durante una reciente entrevista, Mulino destacó que el 69% de los migrantes que atraviesan esta peligrosa ruta son venezolanos, lo que refleja la grave situación humanitaria en el país vecino.
Mulino señaló que la crisis migratoria del Darién es un problema que, en gran medida, afecta a Estados Unidos, ya que muchos migrantes que pasan por Panamá tienen como destino final el país norteamericano. En este contexto, el presidente panameño informó sobre un acuerdo con la administración estadounidense para repatriar migrantes indocumentados, lo que ha resultado en casi 20 vuelos de repatriación en los últimos tres meses.
A pesar de que ha habido una disminución del 20% en el flujo de migrantes en comparación con 2023, Mulino expresó su inquietud por el posible empeoramiento de la crisis en Venezuela, que podría intensificar la migración hacia su país. Además, destacó que Panamá no mantiene relaciones diplomáticas con Venezuela, lo que complica aún más la repatriación de migrantes.
El presidente también abordó la conexión entre el tráfico de personas y el narcotráfico en la región, señalando que grupos criminales como el cartel del Golfo y el tren de Aragua están utilizando la crisis migratoria para llevar a cabo sus operaciones.
Mulino concluyó su intervención afirmando la importancia de la colaboración internacional para abordar estos desafíos y mantener la seguridad en la región, reafirmando el compromiso de Panamá como un aliado estratégico de Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico y la migración irregular.
Con información de EFE