Este sábado, la primera caravana migrante de la presidencia de Claudia Sheinbaum partió de Tapachula, Chiapas, hacia la Ciudad de México, integrada por cientos de migrantes que exigen una nueva política migratoria tras la reciente masacre de seis personas originarias de Egipto, Perú y El Salvador a manos del Ejército.
Los indocumentados, provenientes de países como Colombia, Brasil, Ecuador, Perú, Centroamérica, Haití y diversas naciones africanas, buscan avanzar hacia la frontera norte con Estados Unidos. Sin el acompañamiento de organizaciones o activistas, los migrantes demandan una «frontera humana, sensible, libre tránsito y mayor seguridad» ante la creciente presencia del crimen organizado.
Luis Demetrio Martínez, secretario de Protección Civil de Tapachula, aseguró que el Gobierno federal, estatal y municipal brindará acompañamiento a la caravana con agentes de seguridad pública y protección civil, así como paramédicos, para garantizar una salida tranquila del municipio.
Previo a su partida, los migrantes realizaron una oración en el parque central Miguel Hidalgo, pidiendo un camino seguro y la posibilidad de avanzar hacia su destino. Maryoris Blanco, una migrante venezolana que camina con su familia, expresó su esperanza en que la presidenta Sheinbaum implemente una política migratoria «más humana» que incluya a los migrantes en su búsqueda de libre tránsito.
“A nosotros realmente nos ven a veces como invasores, pero no somos invasores”, afirmó Blanco, reflejando el sentimiento de muchos en la caravana que buscan un futuro mejor.
