El rey Carlos ha reaparecido este domingo en un acto público por primera vez desde que anunció su diagnóstico de cáncer el pasado 5 de febrero. A bordo de su limusina Bentley, el monarca ha asistido junto a reina Camila a la misa de Semana Santa en la capilla de San Jorge en Windsor.
En su primera aparición pública, el monarca fue arropado por su esposa Camilla, ante la ausencia de su hijo, el príncipe William y Kate Middleton, quien también lucha contra un cáncer.
La misa de pascua es un acto muy emotivo para los Windsor y uno de los favoritos de la reina Isabel II. Como homenaje a su madre y para demostrar la unidad de la corona y su fortaleza ante la adversidad, el monarca apareció ante las cámaras de muy buen humor.
El rey, quien acudió con un abrigo oscuro y corbata azul brillante, saludó durante algunos minutos, a los presentes que se congregaron afuera de la capilla de San Jorge.
Durante su caminata dio la mano a algunas personas y les brindó sonrisas. Además, hubo quienes le dieron tarjetas con buenos deseos y le tomaron fotos.
El monarca, incluso, se pronunció ante el clima frío pese a ser un día de primavera.
Junto al rey Carlos y la reina Camila, también acudieron Sarah Ferguson, quien también ha luchado contra el cáncer en los últimos meses. A la cita también asistieron la princesa Ana, el príncipe Eduardo y el príncipe Andrés.
Un gesto para dar confianza
A la salida del servicio religioso, los reyes rompieron el protocolo y las medidas de distancia para saludar a todos los asistentes.
El rey respondió a los mensajes de aliento por su enfermedad: «me estoy esforzando todo lo que puedo».
Una muestra de agradecimiento con los ciudadanos y también de entereza y fortaleza. El monarca dejó claro que se encuentra bien y es capaz de seguir con el ritmo de sus eventos.
Con información del País
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