Hoy se cumple un mes de la detención arbitraria de la activista venezolana Rocío San Miguel, acusada de terrorismo. Asimismo, se le ha negado el contacto con sus abogados y se le permitió tan solo una visita de su hija.
Más allá de su reclusión en El Helicoide, temida cárcel del servicio de inteligencia que organizaciones de derechos humanos califican como «centro de torturas», poco se sabe de la situación de San Miguel, experta en temas militares, vinculada por las autoridades con un supuesto plan para asesinar al presidente Nicolás Maduro.
“Pruebas en contra” de Rocío San Miguel
Cabe recordar que la vivienda de San Miguel fue allanada días después de su detención, mientras su hija se encontraba en el lugar. Las autoridades se llevaron mapas y computadores, expuestos luego ante la prensa por el fiscal general, Tarek William Saab, como «pruebas» de su relación con una presunta conspiración.
De este modo, Saab mostró fragmentos de una «orden de operación» confiscada a un militar detenido, acusado también de participar en el plan de magnicidio, en los que «aparece mencionada explícitamente Rocío San Miguel».
Con información de El Nacional