El estado Táchira, ha enfrentado numerosos desafíos en los últimos años; como fue el cierre de la frontera con Colombia durante siete años esto afectó significativamente a los sectores comercial e industrial de la región, impidiendo la distribución de productos a nivel nacional y limitando el acceso a mercados internacionales.
Aunque se ha producido una apertura fronteriza en 2022, las consecuencias de este cierre todavía se sienten en la economía tachirense.
Además, este estado ha sufrido una crisis energética que ha reducido el funcionamiento de su parque industrial a solo el 20% de su capacidad instalada.
Esta situación ha impactado negativamente en la competitividad de la región, que históricamente se ha destacado en sectores como la ganadería, la agricultura, la producción y distribución de hortalizas, así como en la industria manufacturera textil y de plástico.
La apertura de la frontera ha brindado nuevas oportunidades para el intercambio comercial con Colombia, y las empresas están aprovechando esta situación para expandir sus operaciones.
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