El presidente electo Donald Trump planea implementar nuevas estrategias para abordar el creciente flujo migratorio hacia Estados Unidos desde Cuba, Venezuela y Nicaragua, según ha declarado su asesor Carlos Trujillo. Durante su primer mandato, Trump ya había utilizado diversas tácticas para controlar la migración, y se espera que intensifique estos esfuerzos en su segunda gestión.
Trujillo, exembajador ante la Organización de los Estados Americanos, enfatizó la necesidad de negociar con múltiples países de Centroamérica y América del Sur para gestionar el flujo migratorio. «Los cruces fronterizos han alcanzado cifras récord bajo la administración Biden, y es crucial trabajar con más actores en el negocio de la trata de personas», afirmó.
Entre las medidas que Trump podría considerar se encuentran opciones económicas, bloqueos y diplomacia directa. Durante su primera administración, Trump amenazó con recortar la ayuda a países como El Salvador, Guatemala y Honduras si no lograban frenar el flujo de migrantes. También firmó acuerdos de cooperación de asilo que permitían el retorno de solicitantes de asilo a estos países.
La administración Biden había puesto fin a esos acuerdos, pero también implementó políticas para restringir la migración. Trump planea revertir estas medidas, lo que podría resultar en la deportación de quienes aún no han recibido asilo.
Venezuela, en particular, seguirá siendo un foco central de la política migratoria de Trump, dado que un número significativo de migrantes que llegan a Estados Unidos provienen de este país. Los analistas sugieren que la nueva administración se centrará más en controlar la migración ilegal que en intentar democratizar el gobierno de Nicolás Maduro.
Esta situación plantea un nuevo desafío para la política exterior de Estados Unidos y su relación con Latinoamérica, especialmente en un contexto donde la migración sigue siendo un tema candente en la agenda política.
Con información de Noticias Telemundo