La administración de Donald Trump ha publicado miles de páginas de archivos relacionados con el atentado del presidente John F Kennedy, asesinado en Dallas, Texas, en noviembre de 1963. Esta liberación de documentos se produce tras décadas de espera por parte del público y los investigadores.
Durante una visita al Kennedy Center, Trump comentó: “La gente ha estado esperando esto durante décadas”, refiriéndose a la liberación de los archivos, coordinada por Tulsi Gabbard, directora de inteligencia nacional. Sin embargo, expertos han expresado dudas sobre si esta nueva información cambiará los hechos fundamentales del caso, que señalan a Lee Harvey Oswald como el tirador desde un edificio cercano.
Los documentos digitales incluyen memorandos, uno de los cuales tiene el encabezado “secreto” y detalla una entrevista de 1964 con un empleado de la CIA. También hay referencias a diversas teorías de conspiración que sugieren que Oswald tenía intenciones de asesinar a Kennedy debido a su tiempo en la Unión Soviética.
Además, se han encontrado documentos del Departamento de Defensa que abordan la Guerra Fría y la intervención de EE. UU. en América Latina, mencionando que el líder cubano Fidel Castro no buscaría provocar una guerra con Estados Unidos.
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Trump firmó una orden poco después de asumir la presidencia en enero, lo que llevó al FBI a descubrir miles de nuevos documentos relacionados con el asesinato de Kennedy. Gabbard afirmó que “el presidente Trump está iniciando una nueva era de máxima transparencia”.
Esta nueva liberación de archivos ocurre semanas después de la muerte de Clint Hill, un agente del Servicio Secreto que fue testigo del trágico evento. Aunque se han publicado archivos anteriormente, incluidos varios en 2017, muchos analistas advierten que las expectativas sobre esta última entrega podrían no cumplirse.
Con la liberación de estos documentos, la atención se centra nuevamente en un evento que ha sido objeto de intensos estudios y teorías de conspiración durante más de cinco décadas.
Con información de The Guardian
