El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva que pone fin a la participación del país en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y congela los fondos destinados a la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA). Esta decisión se produce en un contexto de tensiones políticas y se da a conocer el mismo día en que Trump se reúne con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
Trump es un crítico del Consejo de Derechos Humanos, acusándolo de parcialidad en contra de Israel, y su acción refleja un endurecimiento de la política exterior estadounidense hacia organizaciones internacionales. La congelación de fondos a la UNRWA, que brinda asistencia a millones de palestinos, ha generado preocupación entre defensores de derechos humanos y organismos internacionales, que advierten sobre las consecuencias que esto puede tener en la población refugiada.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, también ha tomado decisiones controversiales, como la revocación del Estatus de Protección Temporal (TPS) para cientos de miles de venezolanos, argumentando que las condiciones en el país sudamericano han mejorado. Sin embargo, la realidad en Venezuela sigue siendo crítica, con un régimen represivo que continúa afectando a sus ciudadanos.
La decisión de Donald Trump de salir del Consejo de Derechos Humanos y congelar fondos a la UNRWA es vistacomo un reflejo de sus políticas más amplias de aislamiento y confrontación con organismos multilaterales, lo que suscita un amplio debate sobre el papel de Estados Unidos en el ámbito internacional y su compromiso con los derechos humanos.
Con información de EFE