Según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (ENCOVI), en Venezuela solo el 1% de la población tiene acceso a financiamiento bancario, lo que representa un retroceso significativo en comparación con el 22% que tenía crédito disponible en 2015.
Además, solo el 1% de la población cuenta con ahorros en cuentas bancarias o cajas de ahorro, en contraste con el 27% que disponía de estos mecanismos en 2015.
Para el economista Leonardo Vera, el acceso al crédito es crucial para la movilidad social, ya que puede marcar una diferencia sustancial en las oportunidades de las personas.
Sin embargo, el crédito educativo, de vivienda o de vehículo puede ser clave en el desarrollo personal y profesional. También, en situaciones de volatilidad de los ingresos, el crédito puede ayudar a mitigar los impactos sobre las familias.
Vera señala que el pésimo manejo de las reservas internacionales, del mercado cambiario y de la brecha fiscal en Venezuela ha llevado a un proceso de hiperinflación que ha reducido el tamaño del sistema financiero y el potencial crediticio. La inclusión financiera, especialmente el acceso al crédito, es fundamental para el desarrollo económico y social, y es necesario abordar las causas que han llevado a esta situación para poder revertirla.
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