Los residentes de la calle 115 en el sector Ranchería 1, ubicado en la parroquia Cristo de Aranza, han alzado su voz para denunciar una problemática que los afecta desde hace años: las constantes inundaciones de aguas residuales provenientes de una cañada cercana y los deslizamientos de tierra que ocurren durante la temporada de lluvias, así lo dieron a conocer a un equipo de Versión Final.

Esta situación ha generado no solo daños a las viviendas, sino también un grave riesgo para la salud de los moradores, quienes enfrentan la proliferación de enfermedades infecciosas.
Según testimonios de los vecinos, la construcción de empresas en los últimos años ha obstaculizado el normal flujo de las cañerías, provocando obstrucciones que resultan en inundaciones en sus hogares.
José Luis Bracho, coordinador parroquial del Partido Centro Democrático (PCD), destacó que la cañada solía tener un desahogo hacia la avenida 17 Los Haticos, donde se encuentra un puente construido por la Alcaldía. Sin embargo, el desarrollo empresarial en la zona ha dificultado el flujo de las aguas de lluvia, agravando la situación.
Los habitantes de la calle 115 han reportado en múltiples ocasiones ante las autoridades la inundación de sus hogares con aguas residuales, lo cual representa un grave peligro para la salud pública.

Adrián Gutiérrez, un joven de 20 años, expresó su frustración al recordar que ha vivido este problema desde su infancia, sufriendo enfermedades como chikungunya y dengue hemorrágico, y enfrentando la presencia de serpientes y otros animales en sus casas.
Carolina, otra vecina del sector, relató la difícil situación que enfrenta, especialmente con una madre asmática a quien no puede evacuar de su hogar durante las lluvias. Ella tuvo que construir un muro para evitar que el agua de los cerros inundara su vivienda.
Ante este panorama, la comunidad exige una respuesta urgente de las autoridades competentes.

Solicitan la realización de estudios técnicos para identificar las causas de la obstrucción de las cañerías y la implementación de soluciones definitivas que prevengan futuras inundaciones.
Yeritza Molero, habitante de la zona, comentó que el Instituto Municipal de Aseo Urbano de Maracaibo (IMAU) ha realizado limpiezas en tres ocasiones, pero la situación sigue sin resolverse. «Los escombros quedan en la zona y los vecinos quedan incomunicados durante las lluvias».
Josmar Romero, un afectado de 75 años, expresó su cansancio por tener que sacar arena de su casa para permitir el paso de las aguas negras, lo que ha afectado su salud. “Esto me tiene enfermo de la vista y el asma”, comentó, mientras recordaba que la cañada, conocida como Edén, ha acumulado medio metro de arena que se arrastra con las lluvias.

José Luis Bracho concluyó haciendo un llamado a las autoridades regionales y municipales para que tomen en cuenta esta denuncia y se aboquen a resolver el problema que enfrentan los habitantes de Ranchería 1, quienes anhelan una solución definitiva para mejorar su calidad de vida.
