La Cancillería de Venezuela emitió un comunicado en el que rechaza las afirmaciones del presidente de Guyana, Irfaan Ali, quien denunció la presencia de un buque patrullero de la Armada venezolana en aguas cercanas a un bloque petrolero en la zona del Esequibo, un territorio en disputa entre ambos países.
El mandatario guyanés había informado que el buque venezolano se acercó a activos en aguas que considera propias, lo que generó una respuesta contundente desde Caracas. El Gobierno de Venezuela acusó a Ali de buscar crear un conflicto en la región, comparándolo con Volodymyr Zelenski, presidente de Ucrania, al afirmar que «pretende erigirse en el Zelensky del Caribe».
Venezuela desmintió las acusaciones de incursión y sostuvo que las aguas en cuestión no son parte del territorio guyanés, ya que están pendientes de delimitación según el Derecho Internacional. En el comunicado se enfatizó que las declaraciones de Ali están llenas de «imprecisiones, falsedades y contradicciones» y buscan alterar la paz en la región.
Además, el Gobierno venezolano exigió a Guyana que cumpla con sus obligaciones internacionales bajo el Acuerdo de Ginebra de 1966, que regula la controversia territorial entre ambos países, y reiteró su compromiso con la defensa de sus derechos históricos sobre la Guayana Esequiba.
Este incidente se suma a un contexto de tensiones entre ambos países, marcado por acusaciones mutuas y recientes enfrentamientos en la frontera. La situación continúa generando preocupación en la comunidad internacional, que sigue de cerca el desarrollo de este conflicto.
