Yamandú Orsi fue investido como el nuevo presidente de Uruguay, sucediendo a Luis Lacalle Pou en un evento celebrado en el Palacio Legislativo de Montevideo. Orsi, de 57 años y representante del partido de izquierda, toma las riendas del país en un momento significativo, ya que Uruguay celebra cuatro décadas de democracia ininterrumpida.
En su primer discurso tras jurar lealtad a la Constitución, Orsi destacó la importancia de mantener estándares de bienestar para garantizar la salud de la democracia. Agradeció a sus predecesores y se comprometió a respetar las reglas económicas que han regido al país desde su recuperación democrática.
Orsi es el tercer presidente de izquierda en Uruguay, siguiendo los pasos de José «Pepe» Mujica y Tabaré Vázquez. Su llegada al poder se produce en un contexto en el que se espera una gestión enfocada en abordar la criminalidad y el narcotráfico, temas que han preocupado a la sociedad uruguaya.
«La democracia gozará de una mejor salud el día en que todas las familiar uruguayas sepan donde están sus familiares desaparecidos», dice Yamandú Orsi durante su asunción.
"La democracia gozará de una mejor salud el día en que todas las familiar uruguayas sepan donde están sus familiares desaparecidos", dice Yamandú Orsi durante su asunción, que coincide con el 40 aniversario de la vuelta de la democracia en la República Oriental del Uruguay. pic.twitter.com/p4GtQuSAsn
— Juan Manuel Karg (@jmkarg) March 1, 2025
El nuevo mandatario enfrentará un Parlamento dividido, donde su partido solo controla el Senado, lo que podría complicar la implementación de su agenda. A pesar de estos desafíos, Orsi cuenta con un 44% de expectativas favorables según encuestas recientes.
A la ceremonia de investidura asistieron delegados de más de 60 países, incluyendo a líderes de la región y del mundo. Orsi, conocido por su capacidad de negociación, deberá equilibrar las demandas sociales con la necesidad de mantener la sostenibilidad fiscal en el país.
La administración de Yamandú Orsi se presenta como una oportunidad para revitalizar la política de Uruguay y continuar el legado de estabilidad y prosperidad que caracteriza a la nación.