En un movimiento controvertido, la administración del expresidente Donald Trump emitió una orden para eliminar todas las referencias a la comunidad LGBTIQ+ en las investigaciones científicas y de salud pública. Esta política se enmarca dentro de una serie de acciones destinadas a suprimir cualquier mención relacionada con la diversidad de género y sexual en los documentos oficiales y publicaciones académicas.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) comenzaron a eliminar información de su sitio web que incluía temas sobre identidad de género y personas transgénero, así como contenidos sobre ciertas vacunas. Esta medida se basa en un memorando emitido el 28 de enero, que instruye a todas las agencias federales a suprimir programas de diversidad, equidad e inclusión.
Por su parte, investigadores denunciaron que recibieron órdenes de paralizar publicaciones en revistas científicas que incluyan «términos prohibidos». En ese sentido, entre las palabras vetadas se encuentran «transgénero», «persona embarazada» y «no binario».
El impacto de esta política ha sido significativo, con la eliminación de datos cruciales sobre salud pública, incluyendo estudios sobre infecciones de transmisión sexual y la salud mental de jóvenes LGBTIQ+. Este cambio ha generado críticas de académicos y defensores de derechos humanos, quienes advierten sobre las consecuencias negativas que esto podría tener en las políticas de salud pública y en la vida de las personas afectadas.
La decisión de Trump se alinea con su agenda de «recuperación de los valores americanos», lo que ha provocado un amplio debate sobre la censura y la invisibilización de comunidades históricamente marginadas.