La anaconda más gran de su especie y conocida ante el mundo, tras un vídeo compartido por el biólogo holandés Freek Vonk, se encontró muerta a orillas del río Formoso, en Bonito en Brasil, el pasado domingo 24 de marzo.
La muerte de este reptil, causará un gran impacto en el ecosistema donde habitaba, tomando en cuenta que se descubrió en el mes de febrero, cuando cazadores rondaban el Amazonas, frontera entre Brasil y Venezuela. A pesar de las investigaciones sobre su origen, se determinó que era una especie nueva, hermanada de las serpientes ya existentes en la zona.
La identificación de la serpiente de casi 7 metros de largo, también se confirmo por la especialista en anaconda e investigadora de la Universidad de São Paulo (USP) Juliana Terra, quien la siguió durante 8 años en estudios, hasta ahora se investiga la causa de la muerte del animal, sin embargo, se especula que sería a mano de cazadores furtivos.
Mediante una publicación en su cuenta de Instagram, Vonk lamentó la pérdida de este ejemplar tan importante para la biodiversidad de la selva. Medía siete metros de largo y su cabeza era tan grande como la de un humano.
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