La situación de violencia e inseguridad en la ciudad de Cúcuta, en Norte de Santander, Colombia, es motivo de preocupación para sus habitantes y autoridades. A pesar de la disminución en los homicidios, otros delitos como el hurto han experimentado un aumento, generando una sensación de vulnerabilidad en la población.
Ante esta problemática, el Concejo Municipal ha propuesto diversas soluciones, algunas de las cuales han sido objeto de controversia debido a su carácter polémico y cuestionable.
Una de las propuestas más controvertidas proviene del concejal Edison Ernesto Contreras, del movimiento Todos por Cúcuta, quien sugirió la construcción de un muro fronterizo en las trochas entre Cúcuta y Venezuela, inspirado en la valla de seguridad levantada por Estados Unidos en su frontera con México durante la administración de Donald Trump.
Esta propuesta ha sido criticada por su posible contenido xenófobo y por sus implicaciones prácticas, ya que la construcción de un muro no garantiza la erradicación de la violencia ni aborda las causas subyacentes de la inseguridad en la región.
El concejal Contreras también ha planteado la instalación de cámaras de vigilancia para identificar a los grupos delictivos y personas involucradas en actividades ilícitas en la zona fronteriza.
Asimismo, ha sugerido que esta propuesta podría contar con el respaldo del gobierno de Estados Unidos, argumentando que poseen experiencia en la construcción de muros y que les interesa combatir el tráfico de drogas.
Sin embargo, estas medidas podrían plantear desafíos éticos y legales, además de no abordar integralmente las complejas dinámicas que alimentan la violencia en la región.
Con información FV
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