Ecuador, uno de los países con los índices de violencia más altos de Latinoamérica, ha intensificado sus operativos de seguridad policiales y militares de cara a las elecciones generales de este domingo. Esta medida se implementa en el contexto del «conflicto armado interno» declarado hace un año por el presidente Daniel Noboa, con el objetivo de combatir el creciente crimen organizado que ha azotado al país.
En 2023, Ecuador registró una alarmante tasa de homicidios, alcanzando aproximadamente 47 muertes violentas por cada 100.000 habitantes, la más alta de la región.
Aunque en 2024 se ha reportado una disminución del 15%, con una tasa de 38 homicidios, la situación de seguridad sigue siendo crítica.
Además, delitos como secuestros y extorsiones han aumentado, evidenciando la persistencia de la violencia.
Desde el viernes, las fuerzas del orden han llevado a cabo patrullajes en Guayaquil, la ciudad más poblada del país y un epicentro de la criminalidad. Policías y soldados han estado revisando vehículos y antecedentes penales de los conductores, así como realizando controles en el transporte público para detectar armas y drogas. Un militar a cargo de los operativos comentó que estas acciones se llevan a cabo en horarios aleatorios para evitar alertar a los grupos delictivos.
Durante los operativos, se han registrado incidentes destacados, como la detención de un hombre en posesión de una mezcla peligrosa conocida como ‘H’, que combina heroína con residuos de cemento y veneno para ratas. Este tipo de droga, que se vende a bajo costo, ha proliferado en Guayaquil debido a su alta adicción.
Además, el presidente Noboa ordenó la militarización de los puertos como medida de seguridad adicional para las elecciones.
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