Por primera vez desde su fallecimiento en 1582, el sepulcro de Santa Teresa de Jesús fue abierto para la veneración pública en la localidad de Alba de Tormes, en Salamanca, España.
La apertura se llevó a cabo el pasado 11 de mayo y estará disponible para los peregrinos durante catorce días.
Los restos de la santa carmelita reposan en la basílica de la Anunciación, dentro de una urna con una lámina de vidrio que permite su observación. Aunque han sido exhumados en otras ocasiones por motivos específicos, esta es la primera vez que se exponen de forma abierta y pública para actos devocionales.
El prior de los Carmelitas Descalzos de Salamanca y Alba de Tormes, Miguel Ángel González, destacó que este acto busca trascender lo visual para conectar con la dimensión espiritual de la figura de Santa Teresa.
“Es un regalo espiritual que se recibe desde la contemplación, como ella misma lo vivió con su testimonio, sus escritos y su huella como santa, mujer y doctora de la Iglesia”, expresó.
El sepulcro fue abierto anteriormente en 1760 para reubicar sus restos en una urna funeraria donada por la monarquía española, y en 1914 por unas horas, con autorización del papa Pío X, durante la conmemoración de los 400 años de su nacimiento. No obstante, ambas ocasiones fueron de carácter privado.
Santa Teresa de Jesús, nacida en 1515 y canonizada en 1622, es una de las figuras más importantes de la mística cristiana y la literatura espiritual, autora de obras como El castillo interior (Las Moradas).
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