Francia anunció la derogación en su departamento de Mayotte, en el océano Índico, al derecho de suelo, el cual niega la posibilidad de darle la nacionalidad a una persona nacida en el país independientemente del origen de sus padres.
Este domingo el ministro del Interior, Gérald Darmanin, dijo que «Ya no será posible ser francés si no se es hijo de padres franceses», durante una visita a este territorio, el cual atraviesa por una grave crisis migratoria.
Esta medida radical, calificada así por el mismo Darmanin, busca frenar «el atractivo» de este archipiélago situado cerca de las islas Comoras y trabajar en una reforma de la Constitución.
Inmediatamente, los partidos de izquierda y asociaciones de ayuda a migrantes, criticaron una violación del «principio de igualdad». Mientras que, la derecha y la ultraderecha aplaudieron la nueva medida del gobierno del presidente Emmanuel Macron.
Mayotte es el departamento más pobre de Francia y tiene 310.000 habitantes, aproximadamente, entre ellos 48% de migrantes de Comoras u otros países de África. La mayoría de los mirgantes que llegan, entran a bordo de barcas de pesca, mientras que otros viven en villas miseria.
Desde finales de enero de este año, colectivos paralizan este territorio con bloqueos y barricadas en las carreteras para protestar contra la inseguridad y la migración incontrolada.
En 2022, el ministerio de Interior francés, reveló que el 44% de los niños nacidos en Mayotte tienen dos padres extranjeros y el 38% cuenta al menos con un progenitor con nacionalidad francesa.
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Redacción Web
