El cardenal Giovanni Angelo Becciu, de 76 años, ha generado controversia al presentarse en la primera asamblea del cónclave que elegirá al próximo papa, pese a haber sido condenado por delitos financieros y vetado por el fallecido Papa Francisco.
Becciu fue sentenciado en diciembre de 2023 a cinco años de prisión, además de inhabilitación para ejercer cargos públicos, por fraude fiscal, abuso de poder y malversación de fondos. El caso se centró en la polémica adquisición de un lujoso edificio en Londres por parte de la Secretaría de Estado del Vaticano, lo que terminó generando una pérdida estimada de al menos 139 millones de euros para la Santa Sede.
El inmueble, una antigua sede de Harrods en Sloane Avenue, fue comprado por unos 350 millones de euros y luego vendido por apenas 214 millones, lo que evidenció graves irregularidades financieras. Como resultado, el Papa Francisco le retiró sus derechos cardenalicios, incluida la facultad de participar en un cónclave. No obstante, su expulsión formal del Colegio Cardenalicio no se concretó, dejando un vacío legal.
A pesar de la decisión papal, Becciu se presentó en la primera asamblea del cónclave y declaró tener derecho a votar, argumentando que no existe una exclusión explícita en su contra. El decano del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Re, deberá decidir si permite su participación.
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