Por Douglas Zabala | A 218 AÑOS DE ONDEAR POR PRIMERA VEZ NUESTRA BANDERA TRICOLOR
Sebastián Francisco de Miranda y Rodríguez Espinoza, político, escritor y militar venezolano, es conocido como El Precursor de la Emancipación Americana contra el Imperio español. Su imponente personalidad y su búsqueda incansable de libertad lo llevaron a ondear por primera vez el tricolor amarillo, azul y rojo a bordo del Bergantín Leander en la Rada de Jacmel, Haití, el 12 de marzo de 1806.
Miranda buscaba liberar a Venezuela del yugo español. Su plan comenzó en Nueva York en noviembre de 1805, donde estableció conexiones con figuras clave como Thomas Jefferson y James Madison. Con recursos obtenidos, zarpó el 2 de febrero de 1806 hacia su patria. Sin embargo, su primer intento culminó en fracaso cuando llegó a Ocumare de la Costa el 27 de abril con sus 3 goletas Leander, Bee y Bacchus.
En efecto este temerario plan llevado a cabo por Francisco de Miranda, tuvo sus orígenes cuando previamente desembarca en Nueva York el 9 de noviembre del año anterior, procedente de Londres.
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Hoy, bajo el gobierno ilegítimo de Nicolás Maduro, los valores patrios que Miranda defendió se ven gravemente irrespetados. La reciente elección del 28 de julio, donde Edmundo González Urrutia fue declarado triunfador, es un claro ejemplo del fraude que ha socavado nuestra soberanía popular.
La bandera que Miranda ondeó se ha convertido en un símbolo no sólo de libertad, sino también del desafío constante ante un régimen que ignora la voluntad del pueblo.
El legado de Miranda nos recuerda que la lucha por la justicia y la autonomía es un esfuerzo continuo. En tiempos donde se manipulan las elecciones y se desdibuja la democracia, su ejemplo nos inspira a seguir luchando por los ideales que él encarnó: una Venezuela libre y soberana.
Una Venezuela donde el respeto a la soberanía popular debe ser hoy la principal exigencia como garantía suprema de que primero el pueblo debe cobrar su victoria electoral por ser su bandera soberana.