Un curioso incidente tuvo lugar en Mount Pleasant, Wisconsin, cuando un niño de 4 años decidió llamar al 911 para denunciar que su madre había comido su helado, asegurando que «estaba siendo mala». La llamada, que inicialmente la colgaron, llevó a las autoridades a investigar la situación.
Las oficiales Gardinier y Ostergaard se desplazaron al domicilio para verificar que no había peligro. Al llegar, el pequeño les explicó indignado que su madre había robado su postre favorito y que merecía ir a la cárcel. Sin embargo, antes de que las oficiales pudieran actuar, el niño cambió de opinión y solo deseaba más helado.
La madre, divertida pero calmada, aclaró que todo había sido un malentendido y que la razón de la llamada era que efectivamente se había comido el helado de su hijo. A pesar de la situación, el Departamento de Policía decidió darle un toque de humor al asunto y, al día siguiente, visitaron al niño con un regalo especial: ¡más helado!
Este inusual evento ha generado diversas reacciones en las redes sociales, donde algunos cuestionaron si se debería premiar la «mala conducta» del niño, mientras que otros defendieron el gesto como una muestra de inocencia. Sin duda, una anécdota que ha sacado sonrisas a muchos.
Si bien la noticia: "un niño llama al 911 porque su madre se comió su helado”, puede ser chistosa o quedarse en lo anecdótico, ojalá la policía fuera así de efectiva cuando denuncian un maltrato infantil o un caso de violencia de género. pic.twitter.com/i5istjv8aE
— Dulce María Ramos (@DulceMRamosR) March 12, 2025
