La diferencia entre ganar y perder puede reducirse a los márgenes más pequeños. Piensa en una situación que has estado enfrentando. Has puesto tu energía. Hiciste todo lo posible para que funcionara. Pero el resultado no fue exactamente como esperabas. ¿Deberías descartarlo como un fracaso? ¿Como una señal de que debes rendirte? O, en cambio, ¿puedes apreciar el valor de lo que has logrado, que, por cierto, es mucho? No tengas miedo de volver a intentarlo.
Hola