Amnistía Internacional (AI) denunció en su más reciente informe anual que la impunidad frente a las violaciones de derechos humanos sigue siendo una constante en Venezuela, especialmente tras las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024, en las que Nicolás Maduro fue proclamado reelecto en medio de acusaciones de fraude por parte de la oposición mayoritaria. El organismo internacional advierte que la represión gubernamental posterior dejó un saldo alarmante de muertes, detenciones arbitrarias y uso excesivo de la fuerza.
Según el documento publicado este lunes 28 de abril, al menos 24 personas murieron entre el 28 de julio y el 1 de agosto como resultado directo de la represión estatal contra las manifestaciones ciudadanas. Dos de las víctimas eran menores de edad, y también se reportó el fallecimiento violento de un funcionario policial. AI destacó que la mayoría de los decesos ocurrieron por impactos de bala, y responsabilizó tanto a fuerzas de seguridad del Estado como a grupos civiles armados vinculados al gobierno.
La organización también alertó sobre la detención arbitraria de miles de personas en 2024, entre ellos opositores políticos, defensores de derechos humanos, periodistas y centenares de menores de edad. Estas acciones, según AI, reflejan una política sistemática de represión y silenciamiento contra voces disidentes.
“El patrón de impunidad frente a crímenes de derecho internacional y abusos graves continúa vigente”, advirtió Amnistía Internacional, subrayando la necesidad urgente de rendición de cuentas y de protección a las víctimas.
El informe ha generado preocupación en la comunidad internacional, al evidenciar un deterioro sostenido de las garantías fundamentales en Venezuela tras el proceso electoral, en un contexto de crisis política, social y de derechos humanos.
Con información de EFE